El proyecto que presenta el galerista José de la Mano en ARCOlisboa 2020 hasta el 14 de junio reconstruye la evolución del lenguaje geométrico empleado por algunos miembros del EQUIPO 57 tras la ruptura del grupo en 1962.
El recorrido de José de la Mano en ARCOlisboa, que reúne setenta galerías nacionales e internacionales, comienza solo cinco años más tarde desde el manifiesto de 1957 en el que varios artistas españoles criticaron los mecanismos de producción y mercado globales y anunciaron su compromiso con la lucha por renovar el arte durante el período dictatorial en España. Fue cuando se forjó el Equipo 57, con Agustín Ibarrola y Ángel Duarte como miembros.
En el fondo, su objetivo era integrar a los artistas en la sociedad y establecer una clara función social del Arte.
Este esfuerzo teórico y práctico radical en apoyo de un Arte de compromiso social y, por supuesto, político, costó a Agustín Ibarrola (Basauri, Bizkaia, 1930) y Ángel Duarte (Córdoba, 1930 – Sion, Suiza, 2007), su exilio y encarcelamiento.
Agustín Ibarrola fue encarcelado por pertenecer al Partido Comunista y por sus actividades antifranquistas durante diferentes períodos (1962-65, 1967-73), hasta el punto que su casa de estudio fue incendiado por la extrema derecha en 1975.
Con el advenimiento de la democracia, el artista vasco permaneció en la misma la situación de acoso, esta vez por parte de ETA debido a su activismo contra los ataques terroristas de esta agrupación.
En el caso de Duarte, su pertenencia al Partido Comunista lo obligó a exiliarse en la ciudad suiza de Sion desde donde continuó desarrollando todos los preceptos del Equipo 57 a pesar de que para entonces el grupo se había separado. Por ello, se puede decir que el grupo gozó a partir de entonces de reputación internacional gracias, en parte, a este exilio.
Los dos miembros del Equipo 57, Agustín Ibarrola y Angel Duarte, serán presentados en un hilo narrativo con Manuel Calvo (Oviedo, 1934 – Madrid, 2018), amigo cercano de ambos y compañero militante en el Partido Comunista durante los mismos años.
Mientras que Calvo nunca se convirtió en miembro de Equipo 57, los tres artistas estaban unidos por su estrecha amistad y trabajaron juntos en París, manteniendo constantemente sus propuestas estrictamente geométricas. En 1957, una fecha clave para el arte español, Manuel Calvo pintaba en París influenciado por el abstracto Expresionismo.
No obstante, algunas de sus composiciones incluían elementos, como partes de un triángulo y un cuadrado, derivadas de la otra gran tendencia emergente en Arte europeo en ese momento, una simple abstracción geométrica.
Una opción artística innovadora en la línea de esta novedosa edición de ARCOlisboa, que se pone en marcha junto a Artsy y se articula sobre tres patas. La primera es la feria propiamente dicha, “un lugar para visibilizar a los artistas”, la segunda es el Foro, “fundamental en la lógica de ARCO como lugar de encuentro”, según Maribel López, directora de ARCOmadrid y ARCOlisboa.
En este eje se reunirán galerías, artistas, comisarios y profesionales para generar lugares de debate. Además, se programarán tres charlas semanales con artistas como Nadia Belerique o Diana Policarpo y coleccionistas portugueses como Armando Cabral y Antonio Cachola. La tercera pata sobre la que se sustenta es Arte en Portugal, un apartado que guiará a las instituciones que acogen y apoyan la feria.